jueves, 2 de mayo de 2013

Update

No, por supuesto no estoy de regreso.
Los blogs aun son anticuados y lame, pero trataré de ver esto como una cápsula del tiempo.
Han sido tiempos difíciles, relativamente. Nada comparado con los tiempos difíciles de la clase obrera.
Mi propia versión adolescente pequeño-burguesa de tiempos difíciles.
Victoria, la chica de México se ha ido y probablemente para siempre, su fantasma aun recorre las tazas vacías y las hojas en blanco.
Mi abuelo está en el hospital desde hace varias semanas, me duele, para ser sincero, pero como se escapa su vida. Y como a mi mamá ya no le importa un carajo si se muere o no.
Mi fuerte comunismo sigue aquí, ya no creo que se vaya nunca. Todavía pasan esos episodios impactantes con la pobreza. Para mi sorpresa, no me he endurecido y el embate de las manitas sucias y cortadas de un niño pobre aún me destruye y aún me tira a la cama.
Semana Santa fue muy padre, pasé una tarde increíble jugando con unos niños indígenas, mi hermano, mi amigo Jordi y unas chicas de Estados Unidos ( sí, ya sé) en el centro de Querétaro, mientras la tarde caía y la mezcla de lavanda y lluvia enaltecían mis sentidos.
Fui a San Miguel de Allende y como siempre, Edgar hace que las vacaciones regulares se conviertan en leyendas.
Unas playeras más de Zapata y la hoz y el martillo, unos amigos menos, unos libros más, unos sobres de té menos... Pero todo luce relativamente igual que antes. Igual que en octubre. Nueva música, nuevas letras pero todo sigue girando alrededor de lo mismo, el Che, la chica imposible y la justicia.