Aghhhh Winnie the Pooh.
Maldito oso amarillo con tu chaleco rojo que no te queda.
¿Sabes? ¡Te odio!
Ok... les explico antes de que crean que tengo problemas mentales.( Pero si los tengo sólo no quiero que lo sepan... no le digan a Willy que se los dije shhhhhh).
El otro día fui a Sam´s Club y estaba por ahí... vi unos shorts para el campamento y decidí comprármelos. Seguí caminando , de pronto... apareció ante mí algo así como una ojiva nuclear mental. Un perfecto mameluco de Winnie the Pooh, junto a uno de Tigger. Por unos minutos viví en los flashbacks a mi infancia. Todos esos recuerdos...
Recuerdo comer gomitas de Winnie the Pooh... mientras mi tía Suzanne y mi mamá me sacaban una astilla de la mano. En un tele Winnie tragando miel como el maniático depresivo que es... y en la otra un avión estrellándose contra las torres gemelas. Ese es uno de los recuerdos que jamás podré borrar de mi mente... no solo fue ver un avión cambiar el destino de la humanidad y el mundo para siempre... no solo es el sabor del azucar con colorante disolverse en mi boca, no solo es sentir la aguja caliente entrar a mi carne , no solo es que todo esto pasó al mismo tiempo... Es que el maldito Winnie the Pooh estaba allí.
Regresé diez años y 26 días después. Ochenta y tres centímetros después, un mundo después.
Pero la cosas no eran mejores... nada era mejor... ¿porqué regresé? Godamnit.
Me senté junto al mameluco... sentí su felpa en mi rostro. Carajo, quiero ser chiquito otra vez.
Si tan solo pudiera cambiar mis problemas por astillas y comer gomitas... Si pudiera regresar a que mi problema existencial era amarrarme las agujetas. Parece como si hubiera sido ayer , parece como su hubiera sido ahorita. Pero diez años me separan de esa felicidad inocente que tanto anhelo. Y una vez más... una fucking vez más, una parte de mí, ESA parte de mí, se pregunta si sigo siendo yo y si lo seguiré siendo.
¿Recuerdan cuando les conté sobre mis crisis existenciales y mi alter ego? Bueno... he aquí el mejor ejemplo de todos.
Oh pooh como me gustaría sacarte la miel del estómago con un escopetazo, no... en serio.
Sí, tengo MUCHOS problemas.
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