sábado, 21 de enero de 2012

De los sopes, quesadillas y gorditas.

El otro día vi un letrero que decía :
"SE VENDEN SOPES QUESADILLAS GORDITAS"
Ese plato se ve ciertamente muy raro. Me impresionó que hubieran como cuatro personas sentadas en ese lugar sólo para recordarnos el hecho de que "Se venden sopes, quesadillas y gorditas". Ciertamente se venden sopes quesadillas y gorditas y de hecho en muchos lugares de México.
Todo en este mundo se ha vuelto especulación e intuición. Comenzó desde el siglo XVIII cuando las mujeres tiraban su pañuelo para que el hombre lo recogiera y tuviera una excusa para hablarles. La especulación le ha traído a este mundo muchas cosas buenas y muchas cosas malas.
En un antro clandestino en la ciudad de México una mujer se le queda viendo a un hombre. El hombre supone que quiere tener sexo y al final ambos se ponen de acuerdo y nace una familia.
En otro lugar una niña  pone una carita triste como su status de Facebook por que Justin Beiber se cortó el pelo. Su madre especula que la chamaca está deprimida y es mandada al psicólogo. Aquí otro ejemplo:
-¿A poco te envió un corazoncito ?
-Si amigui, pero no se que significa.
-¡OSEA! es obvio moxi, te ama con locura y con pasión. Es más, creo que deberías besarlo mañana a la salida.
 El pobre hombre, se había equivocado de destinatario, su novia al ver el apasionado beso lo dejó. Ella era el amor de su vida.

Por el otro lado, que la gente pueda suponer las cosas hace todo esto de la vida algo más divertido y con chiste.
Claro que las relaciones humanas podrían ser reducidas a :
-Hola, quiero tener sexo contigo. ¿Nos ahorramos el preámbulo?
Pero no tendría chiste. También hay otros ejemplos:
- Hola, mi nombre es Enrique, quiero ser tu presidente ¿Nos ahorramos la campaña?
O esto...
-Hola venimos de mejor compra tv, queremos tu dinero ¿Nos ahorramos el infomercial?
¿Saben? no estaría tan mal.
Sueño con un día en el que pueda sentarme en un restaurante, tronarme el cuello dos veces, después los dedos. Poner la servilleta en mis piernas y después voltear a ver a la mesera. Ver a la mesera a los ojos y tan profundo en sus ojos, que ella, después de conocerme por todos esos segundos, sabrá que quiero ordenar.
Después, salir y darle una palmada al del valet parking, una sonrisa algo engreída y el sabrá cual es mi auto.
Mas tarde, ir a mi casa, que son solo interpretar mi entrada, la sirvienta sepa que me quiero poner. Tomar un baño y vestirme. Después acudir a una fiesta a la cual fui invitado por especulación. Al llegar, no tendré que saludar a nadie, mi mirada dirá "hola". Pasar un rato mirando mujeres y al final elegir una, que en un par de minutos sabrá mis intenciones. Llevarla a casa tal vez... al otro día repetiría mi rutina.
Después, al final de todo. La muerte, por pura especulación y al ver mis ojos que dicen "miedo" sabrá que escoger.
Después todos los humanos continuarán especulando, sin decir nada.
Después dejarán de ser humanos.

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