martes, 12 de julio de 2011

Eterno

Me viene a la mente una historia... que me gustaría contar..
Más no sé si es el momento apropiado.
Al carajo.
Existió un hombre una vez... un hombre cuyo nombre prefiero no mencionar y cuyo pasado es aun mas borroso que su destino.
Lo que les puedo decir es que este hombre... era un hombre de ciencia.
Demasiado apasionado a la ciencia tal vez.
El hombre rozaba con la locura a sus veintiún años.
El hombre se obsecionó con la idea de preservar el cuerpo humano por cientos de años... lejos de los problemas de el mundo exterior... en un cuarto de 2x2 metros.
El hombre entonces diseñó un complejo en una cadena de montañas cerca de mongolia , que sin necesidad del trabajo de ningún ser humano mantuviera vivo a uno en un cuarto de 2x2 metros.
Con la ayuda de algunos de sus colegas llevo su proyecto a la realidad.
Juntos crearon un "elixir"... una especie de jugo con todos los nutrientes necesarios para la supervivencia humana.
El hombre al ver la perfección de su creación , despidió a todos y puso  a andar el complejo.
Construyó el cuarto de duro y frió marmol cuyas figuras lo torturarían.
Al final se encontró solo.
Demasiado solo.
Entonces giró las perillas de una regadera eterna... que tenía agua para miles de años.
Mediante esta agua controlaba su temperatura y su sueño con drogas.
Se tiró al piso a disfrutar del agua que calentaba por primera vez.
Pasó el tiempo pensando hasta que el sueño le ganó.
Entonces apagó la luz.
Y un escalofrió recorrió su cuerpo.
¿A que podría temerle un hombre encerrado por dos metros de mármol ?
A si mismo.
A su locura.
Todo parecía perfecto, excepto que.. ahí en su fortaleza bajo tierra jamás podría huir de si mismo.
Jamás.
El hombre temía que durante la noche... una trastornada parte de si mismo quisiera suicidarse y arruinar su proyecto.
Entonces encendió la luz.. y jamás la volvió a apagar.
Los segundos eran eternos y cada gota de esa agua que lo golpeaba lo trastornaba aun más.
Perdió la cuenta del tiempo...y la cuenta de todo.
Comenzó a hablar con su mano derecha... a la cual llamó Bob.
Y cuando se enojó con Bob le puso nombre a la izquierda.. que llamó Violet .
Después los hizo amigos y los 3 platicaban por días hasta que el hombre caía inconciente.
Entonces cuando se sintió harto del agua apagó la regadera... pues comenzaba a recrear el sonido con su boca.
Se puso de pie , se tambaleo y vio a Bob balancearse boca abajo.
Su debilucho cuerpo se desvaneció.
Cuando volvió en si giró la perilla para activar el agua con los pies.
Algo muy malo estaba pasando.
No solo estaba débil... sino en los huesos.
Tomó un estuche provisional que encontró y sacó un espejo de entre las jeringas...
Al verse supo lo qeu estaba pasando.
Su elixir no tenía lo suficiente de alguna vitamina.
Entonces bebió y bebió.
Y con el paso del tiempo no podía despegar su boca de la manguera...
Su crisis llegó al punto donde llenó las jeringas con este " elixir" y se inyectaba el la yugular cuando comenzaba a perder la conciencia.
Su húmeda y pálida piel era penetrada una y otra vez por esas agujas tan frías como el mármol que lo rodeaba.
Entonces se dio cuenta de que llevaba muerto... mucho tiempo.
Un temblor hizo bajar unos centímetros el cuarto de mármol y un poco de tierra se coló en el.
 El hombre casado por los fantasmas de su pasado y por ver la luz del sol una vez mas intentó ponerse de pie.
Fue inútil.
Su pierna derecha era ya tan solo un hueso rodeado de piel.
Un grito salió de lo mas profundo de su dolor.
Y decidió que era el momento de morir por completo.
Tomó la jeringa y comenzó a drenar su sangre por la coladera...
Entonces escuchó que el agua con su sangre no hacía ningun ruido al caer por la coladera.
Todos esos años de escuchar el agua caer cada vez mas lejos.
Pero esta vez... nada.
Entonces sus ojos se llenaron de esperanza... una muerte digna.
 Ver sus huesos desnudos lo hizo regresar a su tarea.
Y se quitaba pedazos de vida 20 ml a la vez.
Entonces tembló.
 Y el cuarto de marmol bajó otros dos metros.
Las luces se cortaron.
Obscuro pudo oler ese aroma eterno a vació ... a tierra mojada.
No tuvo miedo.
Pues nada deseaba mas que la muerte.
Sonrió.



El cuarto cayó 137 metros hasta chocar con una roca... y el resto de la tierra enterró al hombre en una muerte instantánea...
Sin dejar rastro de aquel hombre que murió solo... sin dejar rastro de aquella locura , de aquella agonía.

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