Para: Santa Claus
De: Guillermo, el que siempre se porta mal pero siempre le traes regalos.
Hola Santa,
¿Puedo escribirte Santa? Porque después de todo eres un hombre viejo y te debo respeto. Recuerdo cuando te pedía los Wild Quest, que buenos tiempos. Me gustaría pedirte cosas convencionales como paz mundial o juguetes de dinosaurios. Pero no, esta vez no Santa. Te pediría que curaras a México de esta horrible enfermedad que tiene, te pediría que curaras a la gente que tiene cáncer como Isabel. Te pediría que salvaras gente de morir de hambre. Te pediría una madre y un padre para los huérfanos y medicinas para los enfermos. Te pediría todo Santa, pero no. No porque: ahora sé que eres un mortal, como yo. Un mortal dividido en dos cuerpos. ¿Sabes? Que no puedas hacer cosas como esa es mejor. Pedirte que arreglaras este mundo sería malo. Lo volveríamos a arruinar.
Nosotros tenemos que arreglar nuestros propios problemas. Si el problema es cáncer entonces lucharemos. Si el problema es corrupción entonces aclararemos. Si el problema es impunidad entonces juzgaremos y sentenciaremos. Tu Santa, ya pasaste de los cuarenta y tu tiempo de cambiar al mundo no es ahora. Tu estas establecido y tienes a tu pequeña familia viviendo muy feliz en algún lugar. ¿A ti que te importa si la gente se muere en otros lados? Tú vas y vienes a tu trabajo todos los días.
Pero yo no Santa.
Es trabajo de mi gente, de mi generación cambiar a este mundo. Antes de continuar, Santa, quiero que sepas que no fallaste. Luchaste y duro, y en algún momento también quisiste cambiar al mundo. También quiero que sepas que vivir feliz sin hacer daño a nadie y pagando impuestos no basta. No hacer el mal no significa hacer el bien. México, Latinoamérica y el mundo te necesitan, nos necesitan. El gran problema del planeta tierra es que cada quién cree que solo debe ver por su lado. Todos los seres humanos nacimos en este planeta, por lo tanto es de todos. Vamos Santa, levántate y date cuenta en lo que se ha convertido este mundo. Yo ya nací y el mundo que me tocó es todo menos perfecto. Sólo te necesito unos años más, guiándome. El resto lo haré yo sólo. El resto lo haremos todos unidos.
Santa, mira, afuera de tu acogedora burbuja de perfección y de anuncios de Coca-Cola hay gente muriendo. No te pido que salgas y luches por ellos, te pido que me dejes hacerlo y que entiendas mis razones. Sólo te pido que me dejes ir allá afuera a cambiarlo todo.
Sinceramente Santa, no necesito nada. Lo tengo todo, tengo té, tengo música, tengo a mis pulmones respirando y a mi corazón latiendo. Eso es, Santa, lo único que necesito. Tal vez un poco más de música y de té. Pero sólo eso.
Quiero que sepas, Santa, que no soy el único. Somos muchos los que queremos cambiar este planeta. Y confío en que juntos lo lograremos. Sólo siéntate en tu enorme sillón rojo y déjame hacerlo. Déjanos cambiar al mundo.
Con amor, Willy.
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